CONVIVENCIA SOCIAL

El ajedrez puede ser considerado un deporte de competición, pero también es un juego que sirve para el entretenimiento y el ocio, una herramienta educativa, un instrumento que fomenta las relaciones sociales, etc. 

Ningún juego se halla tan extendido como el ajedrez y, a la vez, goza de más prestigio. El ajedrez es un medio de acercamiento social entre personas, culturas, generaciones y civilizaciones desde oriente a occidente, de norte a sur, del pasado al presente. 

Los árabes trajeron el ajedrez a la Península Ibérica a través de Andalucía en el siglo VIII. En el XIII, el rey Alfonso X El Sabio lo consideraba una magnífica herramienta para la buena convivencia de musulmanes, judíos y cristianos. Según las crónicas medievales, Sevilla se jugó en una partida entre Ibn Ammar de Silves o Abenamar (1031-1086), -favorito del rey poeta, Al-Mu‘tamid (1040-1095)- frente al rey castellano Alfonso VI (1040-1109), demostrando que a veces no era preciso una batalla cruenta, sino una batalla sobre el tablero.  

El ajedrez es también un instrumento de integración. Es el deporte con mayor aceptación entre las personas con discapacidad visual por su facilidad para practicarlo de forma integrada con aquellas personas que no tienen esa discapacidad. El ajedrez para ciegos tiene casi las mismas reglas que el de las personas que ven: los ciegos necesitan solo algunas adaptaciones en el material de juego (tablero y reloj adaptados, así como cantar la jugada. P.e. se usan dos tableros, las casillas tienen un agujero en el medio, los cuadros negros son algo más altos y las piezas negras llevan una ligera protuberancia en la parte de arriba). Según David Zanoletty: "El ajedrez es el único deporte donde puede haber un campeón del mundo absoluto que sea ciego". Además, su práctica favorece el desarrollo de los otros sentidos: el tacto y la capacidad mental.

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